El medidor de flujo electromagnético no tiene partes móviles, ideal para aplicaciones de aguas residuales o líquidos sucios conductivos o a base de agua, o para aplicaciones donde se requiere una baja caída de presión y bajo mantenimiento. Se aplica para medir (es apto para la medición de) el flujo volumétrico de un medio conductor, incluidos ácidos, álcalis, soluciones salinas, lodos, pulpa, pulpa de papel y aguas residuales.